Resaca

Dime que te quedas. Que no vas a despertarme. Que no quieres calendarios, ni fechas, ni regalos, ni domingos en el sillón frente a la televisión. Que prefieres que montemos nuestra película a ir al cine. Que no harás que me duela la cabeza. Que quieres que escriba sobre ti y no en un folio de mierda. Dime que no es tan difícil. Que crees en el amor express y en el divorcio a primera vista, que no a primera visa. Que dejas que la improvisación haga los planes por ti. Que no quieres saber qué estudio ni dónde quiero trabajar. Que no te importan mis cuentos. Dime que odias las princesas, los números, las cuentas, las deudas y las sirenas.

Que no quieres la guerra y mucho menos la paz. Que sólo quieres. Conmigo. Sin mi.

Renacimiento

Tuve que perderme
para encontrarme,
recuperar las partes
que un día enterré.

Y entre tanto ocho
que iba de infinito
encontré mis huesos
y me coloqué a mi mismo.

No sé como pude atreverme
a desarmarme,
fui corriendo a salvarte
pero yo me olvidé.

Y no hay necesidad,
me quedé con la ansiedad
y nunca se irá,
nunca se irá.

Algo sí que se fue,
y si el que tuvo retuvo
prefiero no tener nada
a ahogarme en vasos de tubo.

No era tan difícil,
no seré el dócil
ni el imbécil
que con un símil
lo haga todo más fácil.

Me costó aprender el modo
de manejar mi tiempo,
mejor caminar solo
que ser un perro faldero.

Que los versos perdidos
y el sudor de esta cama
se los lleve el olvido,
que no quede nada.

Jóvenes viejos

Nos hablan de seguridad, de buscar esa seguridad laboral que te tenga toda la vida tranquilo gracias a un sueldo fijo y a unos jefes que muy raramente te podrán despedir. Yo digo que no hay nada más contradictorio que buscar la seguridad en una vida que es de todo menos segura. Sí es cierto que por vocación hay gente a la que le gustaría ser policía, militar, bombero.. y se preparan sus oposiciones para cumplir ese sueño. Está de puta madre. Pero también está el lado opuesto. Esa persona que no quiere ser funcionario por h o por b pero que, sin embargo, le comen tanto el tarro con el discurso de siempre que, de repente, se ve haciendo un examen a no sé cuántos kilómetros de su ciudad.

Esto no es lo peor, yo creo. Lo peor es que están dispuestos a fracasar hasta en varias ocasiones intentando conseguir algo que no les hace felices, mientras que no se atreven a fallar una sola vez por conseguir lo que realmente desean. Aquí está el problema. Y esto es lo que nos convierte en jóvenes viejos. Jóvenes que jamás celebrarían de corazón sus éxitos porque cuando los consigan, se acordarán de lo que realmente les apasionaba hacer y se harán preguntas modo "¿Y si hubiera hecho...lo habría conseguido?".

Jóvenes viejos que irán a trabajar ayudados con un bastón. Jóvenes viejos que no se levantarán cuando quieran para ir a trabajar, se levantarán a las 6 de la mañana. Jóvenes viejos que quedarán con otros jóvenes viejos para criticar al compañero de clase que ha conseguido estar donde un día soñó.

Jóvenes que cuando sean viejos dirán "yo podía haberlo hecho", y a partir de ahí sólo le quedarán dos opciones: ser un viejo amargado, o volverse un viejo joven, que es más sano pero a veces más ridículo.

Disculpo mis molestias.

Septiembre

Septiembre.
Época de grandes cambios,
suelen ser los mismos
pero nunca nos acostumbramos.

Más que cambio de ciclo
parece un cambio de vida,
vivía en un eterno sábado
y ahora lo tengo cada siete días.

Benditas fiestas,
nos falta madrugada,
muchos se quedan solteros
durante un par de semanas.

Los que sobreviven
intentan evitar el momento,
cuando la novia les ven mirar a otra
con la baba por los suelos.

Gimnasios llenos,
quieren ir con el bíceps cargado,
algunos se quitan la camiseta
mientras se hacen los borrachos.

La garganta rota
como alguna camisa,
olores en la ropa
de alguien que no conocías.

Ayer qué calor,
hoy vaya frío,
tengo más dudas ahora
que cuando estaba contigo.

En clase nuevos compañeros,
a veces nuevas expectativas,
la universidad llena de pajeros
que sólo van a conocer tías.

Y si te es correspondido
todo es una maravilla,
tienes polvo hasta que otro
te quita la silla.

Ya conozco el rollo,
¿qué vas a contarme?
si no estás en el bollo
allí no eres nadie.

Y llegan los madrugones,
la rutina de siempre,
pero no toco más los cojones
todos sabemos que es Septiembre.

Modernitos

A éstos unos los llaman hipsters,
otros prefieren modernitos,
según ellos son de izquierdas
pero se meten con el negro de su equipo.

Pantalones de colores
a juego con las gafas de pasta,
pretenden ser algo más machotes
dejándose la barba.

Salen con gorra por la noche
y no hay nada más patético,
se gastan diez mil en su coche,
para ellos eso es placer estético.

Hay otros que no sé cómo llamarlos,
si son pijos, si son pajos...
pero hay algo que tengo claro:
esta gente me da mucho asco.

Se creen sementales
y tienen cerebros minúsculos,
aprovechan los portales
para contemplar sus músculos.

Con camisetas de pico
y cejas bien perfiladas,
van a conquistar tu culo
con las mangas ajustadas.

Otros son lo mejorcito
de la calle,
te dan clases de respeto
pero en casa pegan a su madre.

Confío más en mis piernas
que en esos payasos de gimnasio
que se meten al ejército de tierra
para seguir haciendo brazos.

Mi casa, mis normas.

- Corre, pasa. Creo que hemos conseguido despistar al resto...

Ya estamos aquí. Ésta es mi casa. Ponte cómoda. No sabía qué te gustaría beber así que he comprado un poco de todo, hay cerveza, vino, champagne.. Estás en mi casa, puedes coger lo que quieras, de verdad.

Ahora voy a enseñarte mi dulce hogar. 

Aquí está el salón. Esos altavoces los tengo repartidos por toda la casa. Vivo solo y necesito escuchar el menor silencio posible. No te preocupes por la música, puedes cambiarla y poner la que quieras. Ah, por cierto, se me ha olvidado decírtelo, los zapatos déjalos en la entrada. No quiero que manches algo y mucho menos que dejes huella. Mi televisión es diferente. No tiene la misma programación. Por ejemplo, en Telecinco no echan MYHYV, sino que podrás ver documentales de monos (que viene a ser lo mismo, sólo que éstos son algo más higiénicos y un poco menos promiscuos). 

Al fondo a la izquierda está mi habitación. Allí no se pueden decir nuestros nombres. No importan. Ni contar tus sueños, ni tus estudios, ni tu trabajo. Sólo me importas tú. Y tampoco.

A la derecha está el servicio. Están prohibidas las fotos en toda la casa pero especialmente aquí. En toda la casa porque suficiente tiempo perdemos como para perder aún más con las fotos, tanto haciéndolas como mirándolas. Y que estén prohibidas especialmente aquí, en el servicio, me parece lógico y razonable. Aplauso (en la cara) a todos los que se hacen fotos en lugares como éste.

La cocina está aquí mismo. Si te soy sincero, la mayor parte del tiempo en el que estoy aquí es entre las 3 y las 10 de la mañana. Pero me encanta. Creo que la cocina es la parte de la casa donde más cosas se pueden hacer.

Detrás está la terraza. En un banco sentados bebiendo litros con unos amigos, en el retrete y en la terraza salen las mejores ideas que ha tenido el ser humano. La terraza es mi lugar de reflexión y por donde tiro todos esos recuerdos que de tanto fumarlos te queman el labio. Y algún que otro escupitajo también.

Y eso es todo.. Sólo te pido que respetes estas normas y todo saldrá bien. Y ahora.. ¿qué quieres? ¿necesitas algo?.

- Fóllame.

Hoy es tu oportunidad.

Hoy es un día de mierda. Hay tormenta, tengo resaca y encima no se por qué me ha dado por escribir algo. Menos aún sé por qué tú estás leyendo esto. Sí. Precisamente tú. Podrías estar estudiando como te juraste que estudiarías el primer día de clase, haciendo el ejercicio que te juraste que harías el 1 de Enero, trabajando como desearían los más de 5 millones de parados que hay en este país, mi país.. (¿mi país?..). Podrías estar esforzándote para conseguir aquello que siempre has querido ser o para estar ahí donde siempre has querido llegar.

Y mírate. No haces nada para conseguirlo porque no eres nadie. No vales. O eso es lo que tú te crees. Lo que te han hecho creer.

Hoy, el día de hoy es una oportunidad que TÚ tienes para que mañana estés donde hoy quieres estar. Acuérdate de lo que querías ser de pequeño: bombero, cantante (o artista, que no es lo mismo), policía, médico, actor, enfermero, astronauta, futbolista, modelo, futbolista-modelo, poeta (¿¡poeta!?, ¿en serio?).. Mira todo lo que has hecho en toda tu vida para conseguirlo. Nada. O no lo suficiente. Te cagaste.
Nos venden que somos únicos, que somos los mejores y que PODEMOS vivir en una mansión como la de Will Smith y tener un coche para cada día de la semana con un par de euros en el bolsillo (sí, lo que me sobró anoche). Quizá he exagerado, pero tú me entiendes. Nos lo creemos. También está el que se lo creyó de más y se compró dos casas, tres coches y la nevera vacía. Nos lo creemos y consumimos pero la gran mayoría de personas nos damos cuenta de que aunque compremos la misma ropa que le regalan a Cristiano Ronaldo, no tenemos la misma pasta que él (algunos no se dan cuenta, os lo juro).
Es cierto, somos únicos. No todos somos como Kiko Rivera. Y ya ves, hay gente que baila "sus" canciones (canciones dice..).
Mientras estás leyendo esto podrías estar poniéndote cachitas para ser un tronista más y hacerte tu foto correspondiente en el "gym" tensando todos los músculos de tu cuerpo con posterior subida a Twitter y derivados.
Mientras lees esto hay alguien que se lo está currando para estar en el lugar con el que tú sueñas. Y algún día estará ahí si tú se lo permites.
Este día es una oportunidad. Sí, hasta los días con resaca. Piensa que hay otro que está más cerca que tú de ser tronista, o futbolista, o ingeniero, o actor... y tú ahí, leyendo esto.
Alguien te ha metido en el cerebro que tú nunca vas a poder estar en ese círculo, pero sí puedes. Puede pasar, pero intenta que la suerte tenga que jugar un papel muy limitado. Cúrratelo. A cuanta más gente le moleste lo que estás haciendo, cuanta más gente te diga que ese no es el camino, que sólo es un sueño, que a ti no te dejarán llegar, que no eres nadie, que tú no, que no puedes.. mejor. Vas por buen camino. Cuanta más gente te diga que pares, más rápido debes correr.
Disculpo mis molestias.

Desaparece

Siempre pierdo el olvido
por algún rincón de tu cuerpo,
y cuando recupero lo perdido
estoy soñando contigo.

En mi mundo busco excusas
para acordarme de olvidarte,
siempre que pido ayuda
nunca vienes a salvarme.

¿Qué es poesía?
Poesía eres tú en pelotas
andando por casa descalza
y con la camisa rota.

Me parto los huesos
buscando algún verso
que plantarte en la boca,
y no encuentro el remedio
que empuje a este tedio
contra las rocas.

Eres como esas frases que matan,
que desgarran el alma,
te encuentro en mi cama
tapada con la manta,
del olvido.

Me pierdo en tus recuerdos
me los fumo y me reinvento,
qué más da si todo esto
es la realidad o tan sólo un sueño,
perdido.

Cuando no estás entre la gente
y sé que nada es diferente,
que aunque te encuentre
te pierdo y me despierto,
contigo.

Pero sin escucharme
en mi cabeza me consuelas,
tú vienes a abrazarme
y yo termino otra botella.

Nuestra guerra

Todo se vuelve a joder,
lo que conseguimos ayer
lo estampamos contra la pared.

Sólo somos restos,
trozos de recuerdos
perdidos en un sueño.

Queríamos querernos
y aprendimos a matarnos,
hacernos daño
con golpes de silencio.

Hay quien se deja ganar,
criatura fácil de domesticar,
prefiere dejarse empujar.

Quisimos luchar
contra un ejército,
ya ves.. menudo plan.

Nos robaron los sueños
de tanto esperar a dormirnos,
venciste ese miedo,
ya no podrán oírnos.

Al despertar
no estabas aquí,
qué podría esperar,
te dejé morir.

Y si no la cagué
yo me lo perdí,
culpadme a mí,
sólo yo sobreviví.

Para qué iba a preguntar
si ya sabía la respuesta,
que nadie se meta,
que ésta es nuestra guerra.

No despierten al gigante

No despierten al gigante
o es lo último que harán,
no despierten al gigante,
os comerá para cenar.

Una gente cualquiera,
de un pueblo cualquiera,
vive acojonada
debajo de una montaña.

Resulta que arriba
vive un señor no muy majo
que desayuna costillas
de seres humanos.

Yo lo conocí,
y a veces hasta era un cachondo,
será que yo era más pequeño
que cualquiera de sus mocos.

Pero vamos a lo importante.
Era muy malo, muy malo,
solía emborracharse
y destrozar todo a su paso.

Nunca atendió a razones,
algunos valientes intentaron hablarle,
de alguna forma u otra
querían ayudarle.

Se creían que como todos los gigantes,
éste sería un flojucho romanticón,
y le cantaron, le escribieron poesías..
y hasta le bailaron un rock and roll.

Ya tuvo merienda.
Curiosas sus caras,
ya quisiera yo verlos
cantando mariconadas.

No despierten al gigante
o es lo último que harán,
no despierten al gigante
os comerá para cenar.

Estuvo un par de semanas
sin bajar a aquel pueblo,
será que el ser humano
es el bicho que da más juego.

Pero se comió todas las patas,
era su plato favorito,
y tenia que bajar
a visitar a sus amigos.

No despierten al gigante
o es lo último que harán,
no despierten al gigante,
os comerá para cenar.

Bajó a por más víveres
para su hibernación,
el pueblo se sintió títere
y planeó la revolución.

El gigante duerme durante meses,
necesita descansar,
desde junio hasta septiembre
el pueblo es inmortal.

Y durante ese tiempo
los habitantes lo planearon todo,
iba a ser yo, el pequeño,
el que acabaría con ese ogro.

"¡Estáis locos!", grité cabreado,
en el fondo era un amigo,
era cercano,
era... pues como otro extraño.

Y a principios de septiembre
tuve que ir a su cueva,
y le ofrecí a diez seres
rellenos de no se qué hierbas.

Era un justo sacrificio,
nos quitamos al alcalde y a los concejales,
nosotros seguimos vivos
y murió el gigante.

No despierten al gigante
o es lo último que harán,
no despierten al gigante,
os comerá para cenar.