domingo, 6 de octubre de 2013

El viejo

Hay pecados tan bonitos
que ni Dios puede juzgar,
el mar no podrá contigo
si alguien te enseña a volar.

Hay momentos mágicos
que se convierten en rutina,
y se vuelve trágico
lo que antes era alegría.

Algún día te cansas
de tanta golosina,
y lo que antes eran escapadas
ahora son guerras frías.

Celos sospechosos
en busca de realidad compartida,
si me mira de reojo
yo me busco una salida.

Dolores de cabeza
de oír voces por todas partes,
mi médico de cabecera
dice que necesito medicarme.

Cansado de lo mismo,
enfadado con los mismos,
odiando lo que escribo
y recordando lo que nunca olvido.

Pero aún la echo de menos
cuando veo que no aparece,
no es mentira si cuento
que firmamos la paz algunas veces.

Todavía paso por la avenida
y sonrío al hacer memoria,
gracias Dios, por hacerla seguir viva
y ojalá la tengas en tu gloria.