domingo, 27 de diciembre de 2015

Inocencia


Ni tan torero
ni tan perfecto
como le habían contado,
sólo era un hombre desbocado
que buscaba la boca de una fácil presa,
una preciosa damisela
de similar inteligencia
que cayera en sus brazos.

Sólo quería sentirse acompañado,
y caminaron juntos hasta abandonarla
en medio de un descampado
lleno de promesas
y de futuros tan lejanos
que nunca llegarían a encontrarlos.

martes, 6 de octubre de 2015

Aquí te espero

Nos tocó nacer en sitios diferentes. Incluso tenemos un color de piel diferente. Por mi parte no te preocupes, lo que realmente importa está debajo de esa fachada. Sólo quería darte mi apoyo. Ya no sólo decirte que te entiendo, sino animarte a hacerlo. Aquí aún hay gente (no personas) que sabe lo que sucede pero afirma que los problemas de un país los debe resolver el propio país, por supuesto sin la huida de sus ciudadanos, ya que ésto podría ser la causa de que el inmigrante acabe en "nuestro país", y por supuesto, sin nuestra ayuda, "como si no tuviéramos bastante con lo nuestro". Hablo de la misma gente que se niega a creer que si no hubiera sido por ayuda extranjera España estaría al nivel de los 90 o menos.
Yo te animo. Sí. Y que digan lo que quieran. Porque me pongo en tu lugar... mejor dicho, intento ponerme en tu lugar y juro que sería capaz de reventar medio planeta con tal de darle de comer a mi madre. Saltaría todas las vallas que hiciera falta y correría los kilómetros necesarios para dar una vida mejor a mi gente. No quiero imaginarme por mis hijos. ¿Y quién soy yo para negarme a que hagas lo que cualquiera haría?. Pero es que mientras intentas sacar la cabeza a flote te insultan. Y duermes en la calle. Y no tienes ni para comer. No estás en tu país y parece que piensan que vienes por gusto, por elección tuya, como el que elige ir en verano a Benidorm o a Gandía. Y os reparten como putas fichas para que salgan las cuentas. Y es cuando se delatan. Una persona en el mundo no vale ni un céntimo. Y lo primero es lo primero...
Yo te animo. Sí. Y si lo consigues yo seré el primero en darte la bienvenida a este país de sobras y de sobres (ya te contaré otro día lo de los sobres...). Y quien no lo entienda tiene un problema de humanidad, pero que tampoco se preocupe, que ese problema estará siempre. Ni será el primero en tenerlo ni yo seré el primero en descubrirlo.
Yo te animo. Pero ya te aviso de que esto no es como te lo han pintado, aquí hay quien vive anclado en el siglo pasado aunque haya nacido en el 94. Así que seguro que no es como te lo esperas, igual que yo no puedo imaginarme por lo que tú estás pasando. Aunque no salga en la televisión aquí también se muere de hambre. Aunque de lo que más muere la gente es de valores. Porque una vez que llegues aquí, después de jugarte la vida, de haber visto a morir a familiares y amigos, de haber sido golpeado, utilizado, violado... te insultarán, te explotarán, se reirán de ti y lo harán en tu cara. Te pedirán los papeles para un trabajo y para un trabajo los papeles. Como si el puto DNI te hiciera mejor persona.
Yo te animo. Y en cualquier caso te apoyaré decidas lo que decidas. Estaré ahí, contigo, aunque tú no me veas.

Lo dicho compañero. En eso quedamos.
Aquí te espero.

viernes, 28 de agosto de 2015

Hipocresía

Me tenéis hasta los cojones. Y muchas veces yo también me tengo hasta los cojones. Me dais y me doy los suficientes motivos para estarlo. Pero es que bebemos para ahogar las penas cuando todos sabemos que el alcohol es un depresivo. Y nos drogamos con miedo a sentirnos drogados. Los hay que no son racistas o machistas pero ponen un "pero" después de negarlo: "No soy racista, pero...". Antirracistas que no dejan de decir lo que son...¿buscando aplausos? Antitaurinos que maltratan a sus animales. Anticapitalistas con una camiseta de 40 euros del Che Guevara. El humilde que triunfa y no recuerda de dónde viene. El pringao del colegio que acaba de antidisturbios o en el ejército. El que pretende que un país progrese con políticas de austeridad. El que pretende que un país progrese sin invertir en investigación, desarrollo e innovación. El que dice que es de izquierdas pero está en contra de las becas, de las subidas de impuestos para mayores servicios públicos o vota al PSOE. La derecha invirtiendo en sanidad y educación. El que dice que España está creciendo, que todo va mejor y que seguirá haciendo todo lo que esté en su mano por su país cuando a su país y a su gente le ha robado millones de euros. Que farmacéuticas e instituciones públicas sanitarias se nieguen a financiar proyectos o tratamientos curativos con el fin de poder seguir con su negocio de medicamentos paliativos, llegando incluso a prohibir la venta de aquellos. La persona que después de dejarlo con su pareja se folla a medio barrio y parte del extranjero. Odiar a quien amaste. Sonreir a quien odias. Decir a alguien que es hipócrita, cuando lo que queremos decir es que es gilipollas.

jueves, 30 de julio de 2015

Salas de espera

No quiere dormir,
no quiere soñar contigo,
que después se despierta
y se caga en tus muertos,
qué culpa tendrán ellos.

¿Qué fue de tu sonrisa?
Me parece que se esfumó,
salió de su pulmón
pa devolverle la respiración.

Supo bien qué elegir,
media vuelta
y a seguir,
las salas de espera
no son buenas
para vivir.

Con tu permiso
escribió con saliva
cerca de tu ombligo
en letra cursiva.

Trepó por tus lunares
inspeccionando tus lugares,
tus rincones singulares.
Dos personalidades bipolares
que activan sus radares
por ideas similares.

Que le llamen poeta
que se ría de ellos,
que no hay mejor poema
que tu cuerpo en movimiento.

Así que harto de ser perfecto,
simpático, tonto y sincero,
nuestro caballero se encendió un peta
y decidió no volver a follar a oscuras,
quemó a todas las princesas
en una sala de espera
y se fue de putas.

domingo, 21 de junio de 2015

A la mierda la poesía

Fui a abrir la puerta,
vino a verme Tristeza,
no rechacé su oferta
y me acosté con ella.

Busqué la forma de desaparecer,
por fin he dejado de correr
contra el tiempo.

En este lugar
no te puedo encontrar,
ya no hay miedo.

Lo peor
es que ni duele,
buscamos recetas para el corazón,
algo que nos consuele.

Mi cabeza se atasca
buscando en sus entrañas
alguna sonrisa.

Otro cuaderno que se acaba
y no consigo mirarla,
a la mierda la poesía.

jueves, 4 de junio de 2015

Me miras

Me miras y yo me río de la luna,
cuando caminas desnuda..
Harto de preguntas
sobre la poesía y su frescura
y no saben que las mejores musas
no obedecen reglas ni estructuras.
Y por eso destacas,
por eso me matas
cuando me bailas
y todas mis nubes se apartan.
Das rienda suelta a mis palabras,
caminas sobre el agua,
esa lengua ambigua
que amortigua
todo lo que intento averiguar
en esta tregua
entre corazón y cabeza.
Por eso a veces huyo,
me escabullo
dirección a un arbusto
con forma de canuto,
y eso que ya no sustituyo
mis principios por los tuyos.
Pero me miras,
y no te imaginas
el sudor por mis esquinas,
por las canas,
por mis ganas.
Y te cargas todos mis planes
pero no importa,
no voy a desengancharme
de esa cabeza loca.

domingo, 29 de marzo de 2015

Te desecho de menos

Somos de etiquetar. De catalogar. De asociar. Parece que lo necesitamos. Hasta las entradas de los blogs tienen etiquetas. Probablemente la mayoría de nosotros relacionemos de forma inmediata un olor en concreto con el objeto (o incluso parte del cuerpo humano) que emite dicho olor. Esto también ocurre con las personas, es decir, una determinada colonia, desodorante, o mierda de caballo te puede recordar a una chica, a un familiar o al guarro del compañero de tu clase o trabajo. Hay quien incluso puede llegar a relacionar olor-persona-sentimiento. Ejemplos: Oler la colonia de una chica con el amor (así, grosso modo). El desodorante de un familiar con la nostalgia o la peste a mierda de caballo de tu compañero de clase o trabajo con tus ganas de suicidarte.
Voy más allá. Etiquetamos prácticamente todo por la necesidad de tener la posibilidad de ordenar ese cajón de sastre como es nuestra cabeza, o cabezón, en el caso de algunos. El problema se plantea cuando etiquetamos una acción en una persona y no podemos ni queremos cargarnos esa asociación de factores que provoca eso que algunos llaman "enamorarse". Enamorarse no es más que etiquetar o atribuir una serie de acciones que podría hacerte cualquier persona a una sola. Todos besamos, acariciamos, reímos, lloramos... y hasta algunos perdonamos y agradecemos.
Nos empeñamos en atribuir esas acciones como exclusivas y propias de una persona cuando no es así. Hay personas que incluso se les va de madre, porque se sienten tan exclusivos y especiales que cuando no pueden entrar por una puerta del par de cuernos que tienen se preguntan el por qué. Ojo. Esto es culpa de ambos. Uno gilipollas por decirlo. Otro gilipollas por creerlo, pero éste es gilipollas por dos, que se lleva los cuernos.
En definitiva, lo que echamos de menos la mayoría de las veces son esas acciones, no a la persona, aunque las confundimos, o queremos confundirlas. Por eso es tan fácil "enamorarse". Por eso seguirá sonando Bustamante. Por eso pasamos la vida con la misma persona sabiendo que no estamos enamorados de ella, sino de sus acciones (o incluso de sus no acciones, que es más triste).
Comodidad. Tranquilidad. Que la vida te viva a ti.
Por eso quizá debamos echar más de más y desechar más de menos.

domingo, 22 de febrero de 2015

Caramelo

Cerrando heridas
con medicina natural,
no me queda otro remedio
contra esta enfermedad.

Hay gente rara
que sólo se dedica
a intentar borrarte
esa sonrisa.

Puede tener
a cualquiera a sus pies,
y yo soy un payaso
con mucho que ganar
y poco que perder.

Perdí la fe
y luego encontré
la felicidad
en un papel.

Sin querer
encuentro un caramelo
que calma la sed
de este perro viejo.

Soy más de bares
que de esos sitios raros,
más de San Patricio
que de San Valentín,
tuve que elegir.

Ya puedes imaginar la respuesta,
tu relación con el amor
no se me asemeja,
tú lloras si te rompen el corazón,
yo si se acaba la cerveza.

domingo, 18 de enero de 2015

Culés y merengues

Sucedió una tarde
del mes de diciembre,
estaba en el bar de tu calle,
cómo no, como siempre.

Por allí esperaba verte,
pero pasó algo diferente,
culés y merengues
calentaban el ambiente.

Y allí estaba yo,
rojiblanco perdío,
y sin llamar la atención
pasé a ser su objetivo.

Salí corriendo sin pagar
y hasta el camarero vino detrás.
Yo pa esto no te quiero,
no me vuelvo a enamorar.