lunes, 9 de enero de 2012

Mi religión

¿Cómo pueden llamar bonito
a algo escrito con tanto dolor?
será que no les llega los gritos
que salen desde esta habitación.

Yo nunca seré poeta
mientras sigan existiendo sus versos,
pero no puedo con este miedo a las ideas
desde que soy discípulo vuestro.

Y si les hubiera conocido...
me habria inspirado con Lope de Vega al lado,
o tal vez hubiera escrito
bajo el olmo seco de Antonio Machado.

Voy a seguir recitando
esa cancion desesperada de Neruda,
sé que si no sigo vuestro canto,
mi cabeza quedará en manos de la locura.

Maldigo a aquellas gentes
que en su momento os dieron la espalda,
pues yo sólo soy creyente
de los dioses de la palabra.

Mi primer mandamiento es ama a la poesía
al mismo nivel que la odies,
y recuerda que la tinta
jamás te devolverá lo que te robe.

Os rezo y os pido consejo
porque vosotros sois mis únicas creencias,
os suplico de rodillas llorándole al cielo
pero nunca me dais ninguna respuesta.