lunes, 9 de enero de 2012

Mi religión

¿Cómo pueden llamar bonito
a algo escrito con tanto dolor?
será que no les llega los gritos
que salen desde esta habitación.

Yo nunca seré poeta
mientras sigan existiendo sus versos,
pero no puedo con este miedo a las ideas
desde que soy discípulo vuestro.

Y si les hubiera conocido...
me habria inspirado con Lope de Vega al lado,
o tal vez hubiera escrito
bajo el olmo seco de Antonio Machado.

Voy a seguir recitando
esa cancion desesperada de Neruda,
sé que si no sigo vuestro canto,
mi cabeza quedará en manos de la locura.

Maldigo a aquellas gentes
que en su momento os dieron la espalda,
pues yo sólo soy creyente
de los dioses de la palabra.

Mi primer mandamiento es ama a la poesía
al mismo nivel que la odies,
y recuerda que la tinta
jamás te devolverá lo que te robe.

Os rezo y os pido consejo
porque vosotros sois mis únicas creencias,
os suplico de rodillas llorándole al cielo
pero nunca me dais ninguna respuesta.

1 comentario:

  1. No hay respuestas válidas, Ángel, solo la fe en lo que uno hace y la tenacidad de hacerlo hasta donde sea necesario. Escribir no es un camino fácil. Gente muy buena se queda en el camino a pesar de que lucha toda su vida. Tengo amigos escritores excelentes cuya carrera a la altura de los años, no ha traído prácticamente nada. ¿Has leído a Ángel González, a Claudio Rodríguez, a José Hierro? Y en otro orden de cosas, una poeta reciente, cuyos libros son puro fuego, es Chantal Maillard. Lee mucho y sal de los clásicos como Machado, Neruda, Lorca… Hay que conocerlos pero también saber que la poesía no se acaba en ellos, y que el gran maestro es Juan Ramón Jiménez. Hoy leía con mis alumnos algunos capítulos de Platero y yo. Todo poeta debería conocer este libro y Diario de un poeta reciéncasado.

    Cordialmente.

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