Ella no te pedirá permiso
cada vez que quiera entrar en tu cama,
lo que ella siempre quiso
era ser la dueña de tu alma.
Ella te lo hará rápido o lento,
pero nunca te dejará a medias,
ella controlará tus movimientos
y sólo podrás hacer lo que quiera.
Ella creará tu paraíso
y después con sus manos lo destruirá,
te hará creer que llevas el ritmo
para que nunca te esperes el final.
Quiere que te diviertas
y le encanta que siempre le pidas más,
hasta que pierdas la cabeza
y sea demasiado tarde para poder parar.
Ella hace que le supliques
mientras te quede aliento,
sigue ahí por mucho que le grites
y le ruegues que venga en otro momento.
Ella domina la tinta
y empuja tus lágrimas al colchón,
ella es la poesía,
ella es la inspiración.