sábado, 30 de noviembre de 2013

Sinrazón

Dame un motivo que te sobre
para seguir al resto del rebaño,
te ofrezco los errores
que nunca te has perdonado.

Que vivo de la locura
porque el aire no me hace feliz,
si vienen las dudas
me las fumo con el hachís.

Me quedo sin aliento
por las veces que tú me lo quitas,
y encima me robas el sueño
que me dan estas pastillas.

A veces el tiempo
con sus dos cojones,
se para un momento
a escuchar tus tacones.

Tan lejos del infierno
como tus pies de la tierra,
tú no te mereces el cielo
porque aquello es una mierda.

Volvimos a chocar con las rocas
de tanto seguir la corriente,
llámame cuando estés sola
pa que los fantasmas no vayan a verte.

Quién me asegura
que valdrá la pena
si cuando estás desnuda
se esfuma mi conciencia.

Demuéstrame que me arrepiento,
corre, no te entretengas más,
que tengo la razón
a punto de llegar.

No me interesa
perder la cabeza
si sé que no es mi lengua
la que recorre tus tetas.

Dónde está tu Dios
en horas de insomnio y nostalgia,
cuando el corazón
sólo late de rabia.

Tan lejos del infierno
como tus pies de la tierra,
tú no te mereces el cielo
porque aquello es una mierda.

domingo, 6 de octubre de 2013

El viejo

Hay pecados tan bonitos
que ni Dios puede juzgar,
el mar no podrá contigo
si alguien te enseña a volar.

Hay momentos mágicos
que se convierten en rutina,
y se vuelve trágico
lo que antes era alegría.

Algún día te cansas
de tanta golosina,
y lo que antes eran escapadas
ahora son guerras frías.

Celos sospechosos
en busca de realidad compartida,
si me mira de reojo
yo me busco una salida.

Dolores de cabeza
de oír voces por todas partes,
mi médico de cabecera
dice que necesito medicarme.

Cansado de lo mismo,
enfadado con los mismos,
odiando lo que escribo
y recordando lo que nunca olvido.

Pero aún la echo de menos
cuando veo que no aparece,
no es mentira si cuento
que firmamos la paz algunas veces.

Todavía paso por la avenida
y sonrío al hacer memoria,
gracias Dios, por hacerla seguir viva
y ojalá la tengas en tu gloria.

jueves, 18 de julio de 2013

Cerdos

En mi barrio no quiero banderas
con menos de tres colores,
no verás a mi gente con traje
y mucho menos con sobres.

Debería estar prohibido
llevar animales al Congreso,
Telecinco es el único sitio
que le iguala en número de cerdos.

Paga tú a tus asesores
y esos coches de grandes marcas,
que el Día del Trabajador
aquí no se celebra nada.

Sólo oigo hablar de millones
y en la calle hay peleas por dos euros,
os vais de vacaciones
con el dinero de vuestro pueblo.

Mientras suben los impuestos
y los de arriba no pagan nada,
otros ganan jugando al fútbol
y tú sacas la bandera de España.

Tanto amas a tu país
y nunca te ha dado una beca,
subvencionan la iglesia
pero no invierten en ciencia.

Imagínate a Rajoy
poniendo morritos en el espejo,
será que los ricos tienen la barba
de un color y de otro el pelo.

Será que tanto billete
cambia el aspecto de uno,
os metía la cabeza en el retrete
y la escobilla por el culo.

domingo, 2 de junio de 2013

Tu final

A veces quise ser sólo uno más,
reventar la realidad,
enfrentarme a la verdad
sin tener que improvisar.

No me dieron a elegir,
sólo quiero escapar,
esta pesadilla no tiene fin,
siempre aparezco en el mismo lugar.

Arranqué mis alas por ti,
sólo tú puedes volar,
ahora sácame de aquí
que me ahogo en este mar.

No me hagas mirar atrás,
tú escribiste este final,
no pediré otra oportunidad,
tú destruiste nuestra ciudad.

Veo tus lágrimas reir sobre mi,
no me queda aire ya,
he llegado hasta aquí,
tienes tú escrito el final.

Fuiste una debilidad,
sé que te marcharás,
o más bien nunca has estado,
pero eso qué más dará.

domingo, 21 de abril de 2013

Calíope

Calíope me espera en ese restaurante,
tendré que pedirle perdón,
otra vez que llego tarde,
entro aún colocando el cinturón.

"Por aquí, señor"
dice el de la pajarita,
no hace falta seguirle pues su olor
lo reconocí desde la esquina.

Aquí estoy, tan nervioso
como en la primera cita,
me disculpo con una rosa del florero
y ya me gano una sonrisa.

Perdón por estar tanto tiempo
sin escribirte,
ya sabes que quiero que salga perfecto
todo lo que te dedique.

Por cierto, qué guapa estás esta noche
y qué poco te cuesta sorprenderme,
siempre me pillas mirándote el escote
y para mi es imposible esconderme.

Tú miras la carta
y yo llevo tres vasos de vino,
no quiero comer nada
que no esté bajo ese vestido.

No sé usar todos estos cubiertos
y tú dices que no me preocupe,
intento copiar tus movimientos,
todo este lujo me confunde.

Jamás estaré a la altura,
no sé qué me habrá visto,
no tengo cabeza ni fortuna,
ni siquiera soy un musculitos.

Tanta copa atonta todas mis ideas,
tú no eres de este mundo
y a mi no me gusta la Tierra.

Cayemos al silencio
con besos en el cuello,
mi postre será tu cuerpo,
vámonos que ni me encuentro.

Sólo se oyen tus tacones por la calle,
dos sombras se tambalean,
invocas mi lado más salvaje
mientras tus pies se tropiezan.

Ahí está el hotel,
disimula y saluda a la recepcionista,
sé que no es gran cosa
pero sabes que no llevo muchos billetes encima.

Llegamos al ascensor
y pulsé el séptimo cielo,
Amor no entró a la habitación,
más bien se coló Deseo.

Y no recuerdo bien
que fue aquello que pasó después.
Encontré tus bragas en la mesa
al lado de un billete de ida a la luna,
me di la vuelta y sonreí al ver desnuda
a esa mujer vestida de jazz en mi cabeza.

sábado, 23 de febrero de 2013

Princesa

No quiero seguir
buscando un rincón de mi almohada
que siga oliendo a ti,
ni ver tus pantalones de pijama
encima de mi chándal del Atleti de Madrid.

Ahora lo entiendo,
ahora entiendo esas dudas,
en tantos sitios te veo...
qué hija de puta.

Todo en esta casa pierde su sentido,
las fotos, un armario medio vacío,
la otra mitad se ha perdido,
se fue con sus cosas a otro castillo.

Me dejaste enterrado
bajo tus recuerdos,
y ahora vivo esperando
a que me atrape tu incendio.

A estas velas no les pediré ningún deseo,
no tengo nada más que perder,
ahora me fío mucho más del viento,
por ti ya dejé de correr.

Y no hace tanto tiempo
se tapaba con la misma manta,
princesa de cuento
que besa dando puñaladas.

Juro que la creía diferente,
juro que la creía única,
pero como tantas inocentes,
perdía su elegancia desnuda.

Nunca me acostumbro
a hacerlo bien,
ya no soy esclavo en el mundo
donde gobernaba tu piel.

No habrá sirena cantando en la ducha
ni espectáculos de crema en tus piernas,
no habrá más viajes a la luna
ni caricias cuando haya tormenta.

Que sepas que lo dejamos tú y yo,
no hice ningún pacto con el tiempo,
que parece que os habéis puesto de acuerdo
para que pase más lento, el cabrón..

Así que dame mas leña
que aún no se han quemado tus recuerdos,
se acabaron los "buenos días princesa"
y los desayunos en tu cuerpo.

Y no hace tanto tiempo
se tapaba con la misma manta,
otra princesa de cuento
que besa dando puñaladas.