Sucedió una tarde
del mes de diciembre,
estaba en el bar de tu calle,
cómo no, como siempre.
Por allí esperaba verte,
pero pasó algo diferente,
culés y merengues
calentaban el ambiente.
Y allí estaba yo,
rojiblanco perdío,
y sin llamar la atención
pasé a ser su objetivo.
Salí corriendo sin pagar
y hasta el camarero vino detrás.
Yo pa esto no te quiero,
no me vuelvo a enamorar.