viernes, 12 de agosto de 2011

Ilógico

¿Por qué tú me preguntas qué me pasa?
¿Por qué sólo tú no te das cuenta?
Recuerdos bailan sobre una cama,
reflejos de la luna sobre una silueta...

¿Dónde está el te quiero que tanto escribes?
será que mis oídos no son dignos
de escuchar lo que no dices
o de oír algo que sólo yo imagino.

No sé a qué juegas...
¿de verdad quieres esto?
aceptaría si tú fueses la princesa
y yo el verdugo del cuento.

Pero, ¿en qué límite me quedo?
¿eres el mar, la tierra, el fuego...
o sólo otro de mis fracasados inventos?

Quizá haya sido todo un sueño
y sea yo el trovador de esta historia de miedo.
A veces tan cerca, a veces tan lejos,
pocos éxitos, demasiados intentos...

¿Cómo pretendes que sepa que me quieres?
no te culpo por no decirme lo que sientes por dentro,
aunque parezca que hable con las paredes
yo soy el culpable por amar en silencio.

Pero esta noche soñé con alguien,
un supuesto ser olvidado,
quizá fue una visión convertida en mensaje
y quizá ahora ella quiera estar a mi lado.

Quizá lo mejor de este poema
es que no aparezca ningún nombre,
quizá sólo me entienda mi estrella,
aquella que por quererme me abandone.

Nuestras manos unidas
y los corazones a kilómetros,
besos en avenidas,
lágrimas a solas... ilógico.

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